viernes, 9 de septiembre de 2011

Luces y sombras.

Este es uno de los soliloquios que escribimos en clase.

"No sé más que hacer. Estoy sola, muy sola, viviendo en una casa muy precaria, sin dinero, sin amigos, sin familia. Practicamente sin nada.
Cuando era joven, creo que con 18 años, fui por desgracia, a ese casting con mi mamá. Me aceptaron. Me llevaron a España donde filmé mi primera película. Allí conocí y me enamoré de mi primer novio. Él y yo éramos muy felices. Hasta que un día me enteré que él me engañaba con mi mejor amiga.
Caí en una gran depresión, de las que son difíciles de salir, decidí volverme con mi familia a mi ciudad natal.
Cuatro meses después volví a anotarme en otro casting, donde tambien me aceptaron.
Luego de un mes me llevaron a Francia a grabar mi segunda película, donde me casé con mi compañero y tuvimos a nuestro hijo, Tomás.
Por decisión de ambos, decidimos divorciarnos, y Tomás se quedo con él.
Y acá estoy, luego de treinta años. El padre de Tomás se mudó a Estados Unidos.
Un día recibí una llamada de mi hijo, me pareció muy raro, pero lo atendí.
Me dijo que su padre había muerto en un accidente automovilístico y que él se mudó con su novia a un departamento y que yo tengo dos nietas gemelas, Zoe y Abril.
Esas dos nenas y mi hijo, fueron lo único, que me alegraron mi triste vida..."

Publicado por: Melina T.

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